Caracas. 19-05-2025.- Hay elementos diferenciadores de la censura y las violaciones a la libertad de expresión en Venezuela, así lo expresó el relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, quien analizó la situación local en perspectiva con los problemas que afronta el continente en esta misma materia.

Vaca explicó que, pese al complejo contexto en toda América, en Venezuela destaca “el despliegue de décadas de intento de control de los medios de comunicación”, “la concentración del poder y la ausencia del Estado de derecho” y el hecho grave de que “personas por pensar distinto han estado en prisión”.

El relator citó como ejemplos de esta caracterización las detenciones de periodistas, la falta de autonomía de instituciones administrativas que restringen el trabajo de medios audiovisuales y el uso de funcionarios policiales para la revisión de equipos electrónicos personales, entre otros.

Frente a la “alta cuota de represión” y los ataques presenciales y digitales a la libertad de expresión y a sus actores, Vaca, insistió en la necesidad de trabajar porque los “puentes de información y de denuncia desde Venezuela sigan existiendo”.

Se refirió al “efecto postergado de las acciones de censura” y destacó que si los esfuerzos periodísticos por informar que se han dado hasta ahora en Venezuela disminuye o desaparece, se comprometerá la forma en cómo la comunidad internacional conoce de los hechos locales.

“La censura en Venezuela no solo afecta al pueblo venezolano, sino que también afecta las posibilidades desde afuera para entender lo que está sucediendo”, sentenció. En este sentido, resaltó la importancia de “priorizar la agenda de Derechos Humanos”, para mantener la situación de Venezuela en la discusión y la agenda internacional.

El prolongado efecto de la censura en Venezuela y la necesidad de concentrar esfuerzos para que los puentes de información y de denuncia sigan existiendo, fueron temas centrales discutidos este lunes en el foro Censura y Represión Digital en #InternetVE, llevado a cabo por la organización Conexión Segura y Libre y su programa VE sin Filtro.

Durante la conversación, de la que también participaron la abogada y activista por los derechos digitales Marianne Díaz y el director de la organización Conexión Segura y Libre, Andrés Azpúrua, moderada por el periodista Luis Carlos Díaz, todos coincidieron en las sistemáticas y complejas restricciones en el acceso a la información en Venezuela y la censura.

El contexto electoral

Azpúrua hizo referencia a los bloqueos digitales en el contexto de las elecciones presidenciales llevadas a cabo el pasado 28 de julio y destacó que “el período que transcurrió desde el inicio de la campaña hasta la toma de posesión en enero de 2025, cuenta la peor censura en internet que hemos vivido en Venezuela”.

Explicó que los bloqueos, además de incluir plataformas difíciles de prever, hubo también restricciones que dificultaron aún más el acceso a información por parte de los ciudadanos.

Estas restricciones, prosiguió, han continuado pasadas las elecciones, ejecutadas por los principales proveedores de internet que han bloqueado, con múltiples técnicas, páginas de noticias, de organizaciones no gubernamentales, de organizaciones políticas y de redes sociales.

Al respecto, el relator especial de la CIDH planteó que “no todo lo que está pasando tiene que ver con lo electoral, aunque incluya lo electoral”, haciendo referencia a las múltiples violaciones de garantías básicas por parte del Estado venezolano.

En este sentido, puntualizó la necesidad de “acudir a llamamientos mínimos” que especifiquen y pongan de manifiesto vulneraciones específicas a los derechos humanos ante contextos y grupos particulares.

Por su parte, la jurista Marianne Díaz aseguró que es un “momento muy clave en la historia de la censura y de la vigilancia en Venezuela”, pues durante los comicios presidenciales se engranaron todos los elementos que hasta entonces se habían configurado para la “creación de un estado de vigilancia masiva y control biosociopolítico en internet”.

Desde afuera

Vaca, reconoció el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil que documentan la censura en Venezuela y que propagan el contenido y de los medios de comunicación que con mística difunden la información pese a las restricciones.

“Si uno mira el histórico de VE sin Filtro, lo digo como usuario de la información que producen, tal vez lo más dantesco es la ausencia de una reacción institucional”, dijo el relator al cuestionar la falta de respuesta del Estado ante bloqueos digitales.

Los especialistas coincidieron en la importancia de trabajar en conjunto por el mantenimiento del ecosistema de medios digitales y “articulación estratégica” para combatir las formas de censura que se diversifican y amplían con el pasar del tiempo.

Azpúrua explicó que, aunque no se puede prever el futuro de Venezuela en materia de derechos digitales, “las tendencias apuntan a un manejo cada vez más duro de la censura y de la vigilancia. Una estrategia de múltiples vectores para maximizar la intimidación: desde la detención arbitraria de personas hasta convertir en un arma de miedo la visibilización de estas mismas detenciones”.

Por su parte, Vaca aseguró que el aporte de los actores internacionales debe encaminarse en considerar planteamientos de orden humanitario como la “observación in situ”, así como promover que la conversación desde la sociedad civil y el periodismo venezolano se haga presente en foros e instancias multilaterales.